Realicemos el pudín de mango. Calentar agua en una olla. Cuando pequeñas burbujas comiencen a formarse alrededor de la superficie de la parte inferior, retirar la olla del fuego.
Añadir la azúcar y mezclar hasta disolver. La dulzura depende del tipo de mango, así que ajusta la cantidad de azúcar acorde a eso.
Añadir la gelatina en polvo y disolverla completamente. Hay muchos tipos de gelatina en polvo, así que asegúrate de seguir las instrucciones del paquete.
Añadir la mezcla de gelatina en un recipiente con el puré de mango y mezclar. Añadir, también, la crema de leche. Mezclar bien.
Añadir jugo de limón a gusto. Si el puré de mango que tienes es muy ácido, deberías saltear el jugo de limón.
Verter la mezcla en 5 tazas pequeñas. Dejar enfriar en la nevera durante más de 2 horas. Si tienes prisa, colócalos en el congelador durante 40 a 50 minutos.
Ahora, el pudín de mango está firme. Colocar con una cuchara la crema ligeramente batida sobre el pudín.
Cortar el mango a lo largo de la semilla plana y hacer cortes en la pulpa en un patrón de cuadrícula. Asegúrate de no cortar la piel. Por cierto, este mango es de la prefectura de Miyazaki. Es dulce y jugoso, pero también costoso, así que solo lo usamos para la cobertura.
Cortar el mango por la mitad (a lo largo) y despegar la piel. ¡Se ve tan delicioso!
Colocar el mango maduro cortado en cubitos sobre el pudín. Finalmente, adornar con las hojas de menta.
Notas de la receta
El tipo de gelatina que usamos está ampliamente disponible en Japón y puedes añadirla directamente al agua caliente a aproximadamente 80 grados centígrados. Asegúrate de seguir las instrucciones de la gelatina en polvo.
Para aprovechar al máximo el apetitoso color del mango, no agregamos nada de leche y minimizamos el uso de la crema de leche.
Usamos una pequeña cantidad de gelatina para que tenga una textura "puru-puru", gelatinosa.